Como el diente de león

¡Que más quisiera yo que tener siquiera alguna de sus cualidades!

Pero ya que no, quisiera parecerme al diente de león en que quien le conoce; le valora, le aprecia y le puede utilizar en su beneficio.

Aunque yo no pueda contribuir a la mejora de la salud, ni aportar nutrientes al cuerpo; me propongo, de manera similar a como el diente de león dispersa las cipselas (en mi caso, palabras escritas) con ayuda del viento; (en este mi caso, etéreo, subliminal o virtual); con la ilusión, esperanza y confianza de que sirvan a alguien, en algún momento, para mejorar la salud de su espíritu; ya sea de manera positiva, porque haya encontrado algo que le reconforte; o negativa, reafirmándose en su opinión contraria, lo cual también puede satisfacer.

jueves, 16 de marzo de 2017

Populismo y la perversión del lenguaje


Que el lenguaje cambia es una evidencia. No hay mas que ver cualquier escrito de tiempos pretéritos. No tendría nada que objetar si esa evolución fuese natural (espontánea y no afectada).

Entiendo por natural la adopción de nuevos vocablos que la gente necesita para denominar a nuevas realidades científicas o tecnológicas: astronauta por explorador del espacio exterior o bloguero por escritor en el ámbito virtual; por ejemplo.

O el uso generalizado de voces antes limitadas a un ámbito restringido. Clon puede servir de ejemplo.

También considero natural que se adopten palabras de otros idiomas que castellanizadas denominen nuevas realidades que se introducen en la comunidad hispano-hablante, como ha sucedido a lo largo de la historia. En tiempos: tomate, patata, pimiento, chocolate... y hoy en día: blog, güisqui, sake...

La perversión ocurre cuando se utiliza mal, adrede, el léxico; atribuyendo nuevos significados a palabras viejas; cuando se cambia la sintaxis con nuevos usos impuestos por lingüistas tan especializados y "cultos" que en su afán por demostrar su conocimiento profundo, no ya de la propia lengua, sino de la lengua muerta de la que procede e incluso de otras lenguas con las que comparan la suya; adoptan el pretendido uso que los usuarios mas cultos hacían de aquella lengua ya muerta.
También se pervierte la lengua cuando se adoptan modismos porque se lleva, porque queda bien, por parecer mas chic o para demostrar que se está en la pomada.

Así nos encontramos que para decir lo que antes se decía "es muy bueno" ahora se dice "es guay" o "es divino de la muerte" o "es que te cagas"; habiendo toda esta retahíla de sinónimos de bueno:

bondadoso, afable, tierno, compasivo, honrado, virtuoso, recto, justo, honesto, bonachón, servicial, benévolo, bienhechor, caritativo, humano, humanitario, piadoso, sensible, comprensivo, indulgente, amable, ingenuo, cándido, simple, candoroso, inocente, crédulo, sencillo, útil, conveniente, oportuno, adecuado, provechoso, beneficioso, favorable, servible, ventajoso, saludable, agradable, gustoso, gracioso, divertido, grato, apetecible, sabroso, rico, magnífico.

Como consecuencia de esto, ahora se dice -como no podía ser menos- que alguien es "muy amigo de sus amigos". Una perogrullada.
Que "ha puesto encima de la mesa" o que "ha puesto negro sobre blanco" para dar a entender, respectivamente, que ha propuesto o que ha dejado escrito.

En vez de usar los superlativos, se dice ¿bueno? no, lo siguiente.
Pero...¿que siguiente? ¿en qué dirección? ¿en qué sentido? Por favor, decid óptimo o bonísimo si queréis decir que es mas que bueno y pésimo o muy malo si es lo contrario.
Otra perversión es utilizar el infinitivo como imperativo. En vez de hablad, bailad, venid, decid, haced, comed, bebed, etc., se dice hablar, bailar, venir, decir, hacer, comer, beber, etc.

Los efectos son los expuestos. ¿Y las causas?

Se puede alegar indulgentemente que estas consecuencias son debidas a la vorágine de la vida social, al auge de los nuevos medios de comunicación que facilitan el acceso de manera inmediata a los acontecimientos, a la necesidad de transmitirlos con urgencia y brevedad.
De acuerdo. Puede ser una atenuante.

No obstante, la indulgencia contempla esta realidad y ve solamente lo superficial. Si se analiza, se reflexiona y se intenta profundizar; es inevitable pensar en la influencia de la exigua educación que reciben los estudiantes. Esto nos llevaría a dudar de la formación de sus profesores y la idoneidad de las leyes de educación.
Yendo un paso mas allá, llegaríamos a los que hacen las leyes, a los políticos; y, como ellos están sometidos a las directrices de sus partidos, a la Política; que está informada por la ideología - principios y valores - de cada Partido Político.

Y aún mas allá, tendríamos que considerar de dónde sacan su ideología los Partidos Políticos; que no es otra fuente, otro origen, mas que el de los filósofos. Eso es la Filosofía.
Y para que nazcan nuevos filósofos, hay que propiciar un adecuado caldo de cultivo. Que, por supuesto, puede ser tolerante (otra palabra muy deslustrada)o restringido.

La Sociedad no avanzará hasta que impere la tolerancia. Eso que ahora se predica como carencia de la diestra y privativo de la zurda.

Así que para parecer guay del Paraguay, intentando meterse en la pomada, debe decirse que se pone negro sobre blanco y encima de la mesa; que se es, no amigo, sino lo siguiente, de tus amigos; que a su vez son divinos de la muerte.

Una de las que mas molan es la palabra populismo. Esta ya es de apoteosis o como dirían los niñatos y niñatas,(1) es d q t k gas.

(1)(no digo que es como lo diría un político, porque un buen político se cuida muy mucho de usar palabras polémicas) .

Dice el DRAE: Tendencia política que pretende atraerse a las clases populares. Usado mas en sentido despectivo.

Es verdad. (Si siguiese las modas, debería haber dicho "la verdad es que si"). Se predica de las zurdas y de las diestras que sacan los pies del tiesto. Como si los Partidos Políticos que mantienen los pies dentro no pretendieran lo mismo. ¿Cómo si no, se obtiene el Poder? ¿Cómo diantres se ganan las elecciones? ¿Cómo se convence a los y las que han de votar?

Diciéndoles y diciéndolas lo que quieren oír, lo que les gusta escuchar. No importa que sean mentiras, como en la canción de la enamorada que le pide a su amante: "dime que me quieres, dímelo por Dios; aunque no lo sientas, aunque sea mentira, pero dímelo. Dímelo bajito, te será mas fácil decírmelo así, y el te quiero tuyo, será "pa" mis penas; lo mismo que lluvia de mayo y abril"

La corrección política ha llegado al extremo de no atreverse a llamar a las cosas por su nombre.

Lo que ahora se llama populismo no es mas que demagogia. Tanto el de izquierdas, como el de derechas, el de centro, demócrata-cristiano, social-demócrata, liberal, comunista o socialista.

Demagogia es la perversión de la Democracia; uno de los tres sistemas políticos, definidos ya por Platón y Aristóteles (con la monarquía y la aristocracia; que a su vez, si se pervierten, se transforman en tiranía y oligarquía).

Por estas razones nada mas que esbozadas, se puede afirmar que la Democracia es y será siempre una entelequia. El sistema político que sustituyó a la dictadura fue, sigue y seguirá siendo una demagogia.