Su tío vivía de "las rentas". No trabajaba. El matrimonio poseía una tienda, que producía beneficio suficiente para vivir cómodamente. Vivían en su casa, además del matrimonio, el padre de la esposa -abuelo del protagonista- una tía de la esposa -cuñada del abuelo- que hacía de cocinera; una joven leonesa que era la dependienta de la tienda; y, como no tenían hijos y el piso era muy grande, dos inquilinos en sendas habitaciones: un hombre y una mujer.
El tío, paseaba por Barcelona, como por su pueblo. Ya vivía allí desde antes de la guerra. Había vendido sus tierras en el pueblo y había comprado en Barcelona un negocio de alimentación y un solar. El solar, después de la guerra, fue comprado por el Ayuntamiento, para construir una escuela. El matrimonio ganó bastante dinero con esa venta, que invirtió acertadamente. Y comenzaron a incrementar sus ahorros. A invertir de nuevo y a seguir acrecentando su capital. Ya no se ocupaba de los negocios. Los administraba su esposa. Él, solo paseaba, se juntaba con los amigos en La Rambla a la altura de Canaletas, tomaban el aperitivo, charlaban, se metían con el gobierno -de Madrid, claro- y otro paseo a casa para comer, leer la prensa antes; y luego hacer la siesta.
Cuando el sobrino llegó a su casa, el tío le colmó de regalos. Y no sólo eso. Cambió su rutina para hacer de cicerone del sobrino. El protagonista conoció así, acompañado por su tío, Montjuich, el Castillo, la Fuente Monumental, el Estadio, el Pueblo Español, los jardines, las Ramblas, la fuente de Canaletas, el parque Güell, los edificios de Gaudí, la Sagrada Familia, estatua de Colón, el puerto, las "golondrinas" del puerto, en fin, todo Barcelona.
Un día, que no era el de San Jorge, habíase dado el tío un paseo en solitario por la feria del libro de ocasión. Y compró un libro para su sobrino.
Seis versos se grabaron a buril en su memoria:
En cierto modo, el sobrino suplió por un breve periodo de tiempo, la falta de un hijo de
su tío. También el tío, fue como un padre para el sobrino, durante los pocos días que compartieron de sus vidas.
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