se aproxima bastante a lo que llamamos derecha e izquierda.
Como bien dice este caballero, históricamente la diestra o derecha tenía una connotación positiva y la izquierda o siniestra negativa. Son términos (derecha, izquierda) unívocos si se usan para señalar un lado del cuerpo, un lugar, un sitio, un espacio físico, etc.
Son equívocos diestra y siniestra, sobre todo éste último, que tiene acepciones harto negativas.
El que se comenzase a usar a partir la Revolución Francesa o ya hubiese precedentes, no merece la pena discutirlo, dado que "a la derecha" se situaron, los favorables a restablecer el antiguo régimen (monarquía) como históricamente se hubieron situado los que apoyaban al Rey, Emperador, Pontífice o líder a título de lo que fuese. Lo esencial es que "la derecha" o había estado o estaba o quería estar con el poderoso. La derecha es el poder.
Hasta aquí nada que objetar. Parece evidente que los que se situaban a la izquierda hubieron estado, estaban o querían estar en contra del poder.
Surge esta paradoja: la izquierda nunca debería alcanzar el poder, porque si lo obtuviese no podría estar en contra del poder. No podría estar en contra de sí misma.
Salvo que alcanzado el poder se denominara derecha y la oposición, izquierda.
Definitivamente son términos equívocos. Decir que un Presidente, un Primer ministro, un Gobernador, un Alcalde, incluso el Rey, es de izquierdas; es como decir que un amo es siervo de sus criados o que un jefe cumple las órdenes que le dan sus subordinados.
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