Como el diente de león

¡Que más quisiera yo que tener siquiera alguna de sus cualidades!

Pero ya que no, quisiera parecerme al diente de león en que quien le conoce; le valora, le aprecia y le puede utilizar en su beneficio.

Aunque yo no pueda contribuir a la mejora de la salud, ni aportar nutrientes al cuerpo; me propongo, de manera similar a como el diente de león dispersa las cipselas (en mi caso, palabras escritas) con ayuda del viento; (en este mi caso, etéreo, subliminal o virtual); con la ilusión, esperanza y confianza de que sirvan a alguien, en algún momento, para mejorar la salud de su espíritu; ya sea de manera positiva, porque haya encontrado algo que le reconforte; o negativa, reafirmándose en su opinión contraria, lo cual también puede satisfacer.

lunes, 21 de diciembre de 2015

La encrucijada





Recuerdo con nostalgia cuando un Presidente socialista supo estar a la altura que demandaban los tiempos, diciendo si a la OTAN, después de haber predicado que no. Que negoció y firmó el Tratado de Adhesión a la CEE. Que llevó a su partido a la renuncia de los postulados marxistas, evolucionando hacia la Socialdemocracia reformista. Que de político “provinciano” o “doméstico” supo evolucionar a Nacional e Internacional, adquiriendo el prestigio de Gran Estadista.

Supo encontrar buenos consejeros como Willy Brandt y tuvo cintura para lidiar con las mayorías y las minorías políticas y sociales internas y externas. Sobre todo, tapó la zanja que separaba a las dos Españas; que permaneció tapada mientras dependió de él.

Todo eso, que son luces, y que no es poco; le hacen merecedor de indulgencia de las sombras que se hubieran podido dar durante sus mandatos; que, como en tiempos de cualquier otro mandatario; se pueden producir, debido mas a la mala voluntad de terceros que a la del propio Dirigente.

Se decía en los albores de la actual “Democracia”, que no sería perfecta hasta que gobernara la “Izquierda”. Y cuando el PSOE ganó en 1982, se decía: ahora si que la “Transición” está consolidada. En 1996 cuando ganó el PP, se decía que faltaba ese avance para considerar que la Transición había alcanzado la “perfección” puesto que se había alternado el poder con naturalidad.

Estamos ante un nuevo reto. Un nuevo desafío que de nuevo pone a un dirigente socialista ante una encrucijada. ¿Tendrá Pedro Sánchez sagacidad para distinguir los buenos de los malos consejeros? Los consejeros “domésticos” quizás sean válidos para recomendar zorrerías. Pero para enseñar el camino que ha de escoger alguien que aspire a Estadista, hay que recurrir a estadistas.

Hoy, no hace falta recurrir al exterior, pues los tenemos. Dentro de su partido los tiene de ambos pelajes: de raposo y de león. Pero no estaría de mas que pulsara otros no tan cercanos. Para que los cercanos troncos no le impidan ver la grandiosidad del bosque.

Mi opinión es una entre 46 millones y eso es lo que vale. Dejo esto escrito y quedo a la expectativa. Cuestión de tiempo.




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